Tiempo estimado para una reforma integral de cocina: Guía completa

Tiempo estimado para una reforma integral de cocina: Guía completa
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¿Cuánto demora una reforma integral de una cocina?

Al momento de iniciar una renovación, los plazos varían según la magnitud del proyecto. El tiempo puede ir de entre 3 a 8 semanas aproximadamente.

La reforma integral de una cocina puede demorar entre uno y dos meses. Reforma de cocina

Iniciar la reforma de la cocina implica considerar que durante unos cuantos días será necesario asumir que estamos en “obra” en nuestra propia casa. Más aún se trata del corazón de nuestro hogar, donde pasamos unas cuantas horas al día y tendremos que reorganizarnos para no colapsar en el proceso. Por eso, conocer el tiempo que demorará es fundamental.

Según explica Romina Roelofs, fundadora de 360studio, el tiempo necesario para una reforma integral de cocina es muy relativo porque depende del alcance del proyecto. “No es lo mismo cambiar solo el mobiliario que realizar intervenciones en instalaciones, estructuras o redistribuciones completas del espacio”, señala. Y aclara que, en la mayoría de los casos, cuando se habla de una reforma integral, se termina renovando “todo”.

“A modo orientativo, los plazos pueden ser, para una reforma integral estándar, sin grandes modificaciones estructurales, entre tres y cinco semanas y para una reforma más compleja, con cambios estructurales, redistribuciones, nuevas instalaciones, entre seis a ocho semanas o más”, indica. En cuanto a los factores que influyen en los plazos, uno de los aspectos más importantes a considerar son los tiempos de fabricación del mobiliario. “Las empresas especializadas en muebles de cocina, una vez realizada la medición definitiva, suelen tardar entre 90 a 120 días en producirlos y lo mismo ocurre si la obra incluye cambio de aberturas, ventanas o puertas, ya que los tiempos de producción suelen ser similares”, advierte.

Por otro lado, Roelofs sostiene que antes de iniciar una reforma de la cocina es fundamental analizar varios aspectos clave que van a definir el rumbo del proyecto: en primer lugar, el presupuesto disponible debe ser claro desde el inicio, para lo que recomienda establecer un rango y contemplar un margen adicional del 10% al 15% para imprevistos o ajustes que puedan surgir durante la obra. También hay que contemplar las necesidades del hogar, es decir, cuántas personas viven en la casa, si suelen cocinar con frecuencia, si utilizan la cocina también como comedor diario; esto influye directamente en el diseño, distribución y funcionalidad.

Otra cuestión es una distribución que se adapte a nuestro estilo de vida y a nuestro espacio: una cocina abierta, cerrada, con isla, en L, en U, lineal, entre otras. “Si la reforma es de gran envergadura o una ampliación, especialmente en casas ubicadas en barrios cerrados o edificios, puede ser necesario presentar planos y obtener aprobaciones tanto del barrio como del municipio. Este proceso puede demorar varios meses, por lo que es importante anticiparse”, aclara la fundadora de 360studio.

A la hora de elegir los materiales es conveniente optar por aquellos duraderos, resistentes al uso diario y fáciles de limpiar. “Sin embargo, hay que tener en cuenta que los materiales más atractivos visualmente suelen tener un costo elevado, por lo que es necesario equilibrar estética, funcionalidad y presupuesto”, dice. Será necesario asegurar suficiente espacio de guardado, bien distribuido y accesible, pensando en la comodidad durante el uso diario. Otro punto importante a tener en cuenta son las medidas exactas de los electrodomésticos como la heladera, horno, microondas, lavavajillas, etc., para integrarlos correctamente en el diseño y evitar sorpresas durante la instalación.

Explica Roelofs que, en la mayoría de los casos, una reforma de cocina comienza con la necesidad de modernizar el mobiliario o de integrar la cocina con otros ambientes para lograr una mayor amplitud visual y funcional. Luego, esto suele derivar en una serie de intervenciones más amplias, como la actualización de electrodomésticos, ya que, al cambiar los muebles, también se aprovecha para incorporar electrodomésticos más eficientes o con diseño más moderno.

Por otra parte, la modificación de instalaciones, cambiar la distribución o modernizar el espacio implica intervenir en las instalaciones eléctricas, de gas y de agua, para adaptarlas a las nuevas necesidades del diseño. Otro punto fuerte tiene que ver con la renovación de las mesadas, ya que al actualizar los muebles, también se reemplazan las encimeras. “Es común pasar de materiales tradicionales como granito o mármol a opciones más modernas como Silestone, Dekton o Neolith. Estos ofrecen ventajas como mayor dureza, menor porosidad y mejor resistencia a las manchas, aunque también implican un costo significativamente más alto”, aclara.

En una cocina, a veces, lo que empieza como una mejora estética suele transformarse en una reforma integral. “Por lo general, se busca renovar el aspecto visual y, a la vez, optimizar la funcionalidad y durabilidad del espacio.

Fuente: LA NACION

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Pablo Espósito
Broker Owner RE/MAX BURÓ II

Comencé mi etapa como agente inmobiliario en RE/MAX BURÓ, en el barrio de Belgrano. Descubrí mi mayor pasión, los Bienes Raíces.
Logré desarrollarme personal y profesionalmente, convirtiéndome en BROKER OWNER de mi orgullo, RE/MAX BURÓ II.